AHORRO DE COMBUSTIBLE
A continuación se indican algunas recomendaciones útiles que permiten ahorrar combustible y, por consiguiente, reducir las emisiones nocivas.
Mantenimiento del vehículo
Prestar atención al mantenimiento del vehículo efectuando los controles y operaciones indicados en el "Plan de mantenimiento programado" (ver el capítulo "Mantenimiento y cuidado").
Neumáticos
Comprobar periódicamente la presión de los neumáticos con un intervalo no superior a 4 semanas: si la presión es demasiado baja el consumo aumenta ya que la resistencia a la rodadura es mayor.
Cargas inútiles
No viajar con el maletero sobrecargado.
El peso del vehículo y su alineación influyen notablemente en los consumos y la estabilidad.
Portaequipajes/portaesquís
Retirar el portaequipajes o el portaesquís del techo cuando ya no se utilicen. Estos accesorios disminuyen la penetración aerodinámica del vehículo e influyen negativamente en el consumo. Si se deben transportar objetos muy voluminosos, es preferible utilizar un remolque.
Dispositivos eléctricos
Utilizar los dispositivos eléctricos sólo durante el tiempo necesario. La luneta térmica, los limpiacristales y el ventilador del sistema de calefacción absorben una gran cantidad de corriente, aumentado el consumo de combustible (hasta +25% en el ciclo urbano).
Climatizador
El uso del climatizador provoca un aumento del consumo: cuando la temperatura exterior lo permita, utilizar preferentemente sólo la ventilación.
Alerones aerodinámicos
El uso de alerones aerodinámicos, no certificados para tal fin, puede perjudicar la aerodinámica y el consumo.
ESTILO DE CONDUCCIÓN
Arranque
No calentar el motor con el vehículo parado al ralentí o a regímenes elevados: en estas condiciones el motor se calienta mucho más lentamente, aumentando el consumo y las emisiones. Se aconseja arrancar de inmediato y lentamente, evitando regímenes altos: de este modo, el motor se calentará más rápidamente.
Maniobras inútiles
Evitar acelerones cuando esté parado en un semáforo o antes de apagar el motor. Esta última maniobra, como también el "doble embrague", son inútiles y provocan un aumento del consumo y de la contaminación.
Selección de las marchas
Cuando las condiciones del tráfico y la carretera lo permitan, utilizar una marcha larga. Utilizar una marcha corta para obtener una aceleración brillante comporta un aumento del consumo.
De la misma manera, el uso inadecuado de una marcha larga aumenta el consumo, las emisiones y el desgaste del motor.
Velocidad máxima
El consumo de carburante aumenta notablemente con el aumento de la velocidad. Mantener una velocidad lo más uniforme posible, evitando frenazos y acelerones inútiles, que provocan un consumo de combustible excesivo y el aumento de las emisiones.
Aceleración
Acelerar violentamente aumenta de manera considerable el consumo y las emisiones: acelerar gradualmente sin superar el régimen de par máximo.
CONDICIONES DE EMPLEO
Arranque con el motor frío
Los recorridos muy cortos y los arranques con el motor frío frecuentes no permiten que el motor alcance la temperatura óptima de funcionamiento.
El resultado de esto es un aumento significativo del consumo (desde +15 hasta +30% en el ciclo urbano) y de las emisiones.
Tráfico y estado de las carreteras
Un consumo elevado se debe a situaciones de tráfico intenso, por ejemplo en un atasco y utilizando frecuentemente las marchas cortas, o bien en las grandes ciudades donde hay numerosos semáforos. Los recorridos tortuosos, como los caminos de montaña y las carreteras con baches, influyen negativamente en el consumo.
Paradas en el tráfico
Durante las paradas prolongadas (por ejemplo en los pasos a nivel), apagar el motor.